-media cebolla cortada finamente
-unas florecillas de brócoli
-1 zanahoria rallada
-12 setas shimeji blanco u otras (si son grandes, debemos cortarlas bien pequeñas)
-4 calabazas pequeñitas vacías de su carne
-la carne de las 4 calabacillas
-4 espárragos cortados en rodajas finas
-un vasito pequeño de mijo (de los del vino)
-sal marina
-agua de manantial
-aceite de oliva virgen extra
-opcional: un ajo morado de Las Pedroñeras (Cuenca)
-opcional: un racimo de grosellas para decorar
ELABORACIÓN
1.-Lavamos el mijo, hasta que el agua salga limpia y no quede color blanquecino en ella. Lo ponemos a remojar durante 8 horas. Transcurrido este tiempo, se le escurre el agua y se le ponen 3 tazas de agua, un pellizco de sal y se cuece, a fuego lento, durante 30 minutos o hasta que esté bien cocido, casi desecho. Lo reservamos.
2.-En una sertén, ponemos todas las verduras (excepto las calabacillas enteras, que cocinaremos más tarde), con aceite y sal, y las freímos durante 10 minutos.
3.-Mientras se nos sofríen las verduras, ponemos agua y sal en un cazo para cocer las calabazas huecas, sin carne, durante 2 minutos. Las pasamos por agua fría, para cortar la cocción y las dejamos escurrir, durante unos minutos, boca abajo, sobre un papel de cocina o un paño.
4.-Mezclamos las verduras fritas con el mijo y rectificamos el punto de sal.
5.-Rellenamos las calacillas y las pintamos con un poco de aceite para que, al hornearlas, no se les seque la piel demasiado.
6.-Las horneamos durante unos 20 o 30 minutos a 180 grados. Debemos ir controlándolas porque todos los hornos no son iguales y se nos pueden quemar.
6.-Podemos decorar el plato con grosellas o cualquier otro ingrediente.