domingo, 15 de febrero de 2015

TORRE DE POLENTA Y VERDURAS, JENGIBRE MACERADO Y RABANITOS

INGREDIENTES para dos torres
-una tacita y media (de las del café) de polenta tipo sémola (harina o sémola de maíz)
-3 tacitas de agua de manantial (la proporción es de 1 medida de polenta por 3 de agua)
-1 ajo morado de Las Pedroñeras (Cuenca)
-una pizca de pimienta 
-una pizca de orégano molido
-una pizca de alcaravea
-un chorrito de aceite de oliva
-sal marina
para el relleno
-1 zanahoria hervida con agua y sal
- una flor de brócoli herido con agua y sal junto a la zanahoria. Dejarlos escurrir bien, después de hervidos.
-unas láminas de jengibre macerado
-dos rabanitos
ELABORACIÓN
1.-Ponemos un chorrito de aceite de oliva en una cacerola y sofreímos el ajo bien picado. Una vez frito, lo retiramos del aceite.
2.-Añadimos el agua y la calentamos hasta que hierva. Añadimos, ahora, la polenta en forma de lluvia, sin dejar de remover para que no se formen grumos.
3.-Le echamos la alcaravea, la pimienta y el orégano. Rectificamos el punto de sal y seguimos cocinando el tiempo que indique el fabricante (hay polenta precocinada que necesita menos cocción).
4.-Tres minutos antes de que termine de cocerse, le ponemos un buen chorro de aceite de oliva y removemos bien. Veremos cómo se va desprendiendo de las paredes de la cazuela.
5.-Mojamos la encimera con las manos húmedas y extendemos la polenta, con las manos mojadas. Alisamos bien la masa y la dejamos enfriar. 

6.-Una vez que la masa está fría, la cortamos con un molde cuadrado o circular. Hoy he elegido el cuadrado.
7.-Colocamos una oblea cuadrada de polenta, en el fondo del plato; encima, colocamos zanahoria hervida; ahora, otra oblea cuadrada de polenta; luego; brócoli hervido y unas láminas de jengibre macerado; después, una nueva oblea cuadrada de polenta.
8.-Decoramos la torre con láminas de rabanitos.

En Cuenca se cría mucho orégano. Cuando vamos a pasear por la Fuente de la Zarza, bien entrada la primavera, recolectamos para todo el año. Lo lavamos, lo dejamos secar y lo trituramos poniéndonoslo entre las dos palmas de las manos y frotándolas. El aroma es delicioso porque es de secano y silvestre. 








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