domingo, 24 de agosto de 2014

LA NECESIDAD DE TENER TU PROPIA DESPENSA



La necesidad de tener una despensa propia para mis productos de macrobiótica me hizo buscar un lugar en la cocina.
No se me ocurrió mejor sitio que el escobero. Me diseñaron las cajoneras y…¡voila! Esta es mi despensa. Cómoda, de fácil localización de los productos porque están clasificados por cajones y muy cercana a mis fogones.

Lo mismo me sucede en el frigorífico. En casa yo soy la única macrobiótica aunque, poco a poco, algún miembro se va uniendo a esta gran aventura (mi marido cena sopa miso conmigo todas las noches) y no me gustaba ver mi miso junto con un salchichón o chorizo. Por esta razón, el frigorífico también está repartido por baldas: dos para la macrobiótica y dos para el resto.



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